Thursday, November 18, 2010

Episodio III- La historia Beach Boy que no miramos

Al entrar al “Huracan” note que aunque afuera el sol brillaba, adentro las penumbras habían ganado terreno de manera intencional. Las coloridas luces de neon auspiciando marcas de cerveza lucian mejor así y contrastaban bastante con la luz natural y resplandeciente que me había acompañado todo el día. Habiéndose adaptado mis ojos a esa oscuridad artificial pude apreciar mejor el lugar. Los parroquianos ocupaban mayoritariamente la barra y sectores periféricos a la misma. El lugar, calcule, estaba ocupado al 20 por ciento de su capacidad. La música que sonaba era una versión country de “Piano Man” popularizada en los 70 por Billy Joel. El lugar contaba con un escenario con instrumentos, ahora en reposo. No era esperable que a las 2 de la tarde y con esas pocas personas tuvieran una banda en vivo. Por los instrumentos, además del entorno, uno podía asegurar que la banda local era una de rock o música country. Un banjo y una armónica prolijamente apoyada sobre un teclado delataban el género musical reinante. El escenario, observe, no tenía ningún tipo de protección para agresiones como ser la típica rejita que sirve para que botellas arrojadas desde un auditorio exigente queden enredadas y los músicos puedan desarrollar su arte con la tranquilidad natural de que un contundente mosquitero los separa de una turba iracunda y probablemente borracha que quiere lincharlos porque no tocaron ‘Bizarre Love triangle”, “Footloose” o alguna de Reo Speedwagon.

Mirando la estructura edilicia, rápidamente uno se daba cuenta como era la distribución de los ambientes en otro tiempo, cuando el lugar era una posada. Ahora hay mesas por todos lados incluso en un bonito jardín de la parte trasera. Recorrí un poco antes de sentarme, mire unas fotos que están atornilladas a las paredes. Y esto no es una forma de decir, es literal, el lugar es todo de madera del piso al techo y sus paredes están prolijamente decoradas con cientos de fotos que están sujetas a la pared con tornillos. Hay fotos de pescadores, de equipos deportivos, de diferentes destrozos ocasionados por los huracanes y de famosos in situ (Después de Dios, creo que Mick Jagger es quien estuvo en más lados). 


Viendo esas fotos se refresco en mi memoria otra característica típica del lugar. Sucede que cuando hay alguna amenaza de huracán, los cayos son de los primeros lugares en ser evacuados. Imagínense estar en una islita cruzada en el paso de un huracán del tamaño del golfo de México. Incluso aunque no estés en el camino proyectado del huracán, si la tormenta vira repentinamente y se te viene encima. Hay una sola ruta terrestre de salida con el mar a ambos lados. Para cuando viro, no hay tiempo de escapar, la isla se inunda, el viento te vuela todo y con un poco de suerte a la mañana siguiente encuentres un yate de mediano porte estacionado al ladito de la mesita de luz.

Claro que si bien las autoridades controlan la evacuación siempre hay algunos rebeldes que vieron mas de 5 veces la película Zeigeist y creen que el huracán es un invento conspirativo del sistema imperialista y de Bush en combinación con el Vaticano, la NASA, JFK, Yabran y el área 51. Esas personas no se evacuan, se van al “Huracán” y se juntan ahí con extremistas que quieren vivir la adrenalina de morir, con los periodistas novatos que pagan su derecho de piso cubriendo el huracán hasta el mismísimo ultimo segundo y con algunos turistas de Wisconsin, muy asustados, paranoicos diría; que lo mas cerca que vieron un huracán fue en el cine y que quisieron infructuosamente salir de los cayos en avión despegando del único aeropuerto zonal que esta a solo 5 minutos del bar. Todos ellos, mas algunos borrachos que solo se percatan del fenómeno climático intempestivo cuando el viento les lleva al bartender junto con tres autos, dos palmeras y algún que otro semaforito, se juntan a pasar el huracán ahí, en el simpático barcito de madera, imagino tomándose alguna bebida con smowing cerca del fin. No me pregunten como pero el “Huracán” siempre aguanta el huracán y si amigos, yo ya estoy pensando seriamente en ir a pasar un huracán ahí. Imagínate, debe ser divertido y además en la víspera de un huracán para el lado de los cayos nunca hay mucho transito.

Me senté en la barra, salude a mis co-barras y pedí una cerveza que matice agregando unos bastoncitos de pescado empanizados y fritos con los que seguidamente apuñalaba un recipiente con salsa tártara. Unos 25 bastoncitos y 3 cervezas después, tome el coraje y le dije a la dama que oficiaba de bartender, con quien hacia rato me estaba psicoanalizando, que lo que me llevaba por aquellos lares era la búsqueda, desesperada a esa altura, del paraíso prometido Kokomo. La chica me miro y cuando yo ya esperaba el “No existe” de toda la mañana, el “Es imaginario” de mi búsqueda de Internet o el cantito ochentoso que ya a esta altura empezaba a irritarme bastante, la chica que también estaba tomando un poco, a mi criterio requisito esencial de una buena bartender,  separo su boca de su vaso, la vació de Jagermeister hacia el interior de su ser y al cambio por aire dijo – “Ahh, si Kokomo, acá cerca”.
“¿Cómo acá cerca?” Por un instante, mi corazón altero su ritmo. Era la primera vez en el día que alguien que no fueran los Beach Boys se refería a Kokomo como algo, no solo existente sino que también cercano.
-“¿Cuánto es cerca, amor mío? ¿Te queres casar conmigo, ya mismo?”
- “No se, serán 20 minutos al norte. Eyy Ronnie, ¿Dame indicaciones para Kokomo?”

Les aseguro que nadie en el mundo, grita “Eyy, X” como las camareras sajonas después de unos vasitos de Jagermeister, así con la boca medio de costado y todo, compro ya. Busque con la vista, al tal Ronnie. Confieso que me dio un poco de vergüenza que otros parroquianos supieran que por mas que tratara de pertenecer no era mas que un foráneo perdido detrás de una ilusión, era eso o que todos en esa barra supieran mi destino. Ronnie, era un motoquero, hecho y derecho, totalmente calvo arriba pero con el pelo de la nuca largo terminando en una colita que estoy seguro que otrora supo ser una melena leonina. Un bigote antiguo y canoso le ponía un marco a la boca. El típico bigote motoquero que acompaña hasta el final del mentón y no conoce de modas, ni retoques desde la década del 70, el clásico bigote que no invento ningún maquillista o vestuarista de película sino mas bien miles de motoqueros que poblaron y aun pueblan las rutas de este enorme país desde hace 50 años. El resto del cuadro también es tan estereotípico, tan cliché, que me da vergüenza describirlo, solo hagan el ejercicio de pensar en cualquier película donde aparezca un motoquero, vestido entre cuero y jean con pins, logos bordados con cruces, calaveras y llamas, ese era Ronnie quien aparentemente sabia las coordenadas exactas y sin embargo no las grito a voz en cuello, tomo un sorbo de su cerveza, dejo pasar unos instantes y pregunto:
-          “¿Quién busca Kokomo?”
-          “Aquí, yo”. Respondí levantando ligeramente la mano con mi vaso de cerveza como buscando una comunión.
-          “¿Usted sabe que es Kokomo?”
-          “Si, claro un lugar playero que aparece en una canción de los Beach Boys y que se uso en la película “Coctail”…”

Mientras iba diciendo eso, empecé a notar la cara de fastidio en el bueno de Ronnie, obviamente el hombre no era un cultor del pop de los ochenta y por donde yo iba, iba  mal, muy mal. Fue entonces que detuve mi desesperado intento por agradarle al Filcar de los cayos y recordando mi búsqueda de Internet de esa misma mañana apele a mi memoria, que algunos dicen privilegiada. Me corregí diciendo -“también es la decimotercera ciudad del estado de Indiana”. De repente y tras esa ultima aserción la mirada de mi interlocutor cambio. Había dado en el blanco

-          ¿Y usted sabe porque Kokomo, Indiana se llama así? ¿Sabe usted lo que significa Kokomo? , me pregunto

Ahi mismo, escuchando esas preguntas supe que el hombre estaba marcando una postura. Estaba viendo hasta donde podía llegar, me estaba probando, quería saber hasta donde valía la pena contarme una historia. Seguramente él mismo se preguntaba si yo era solo un tipo de rara traza, medio borracho que vio muchos video clips y toneladas de películas  o si por el contrario era solo un tipo de rara traza, medio borracho que vio muchos video clips y toneladas de películas y usa Google. 

Era el momento justo. Con esas dos preguntas me mostró el cuello, era el momento de matar. No conteste apurado, no, no. Hubiera sido tan artificial que hubiera seguido con el juego de Ronnie que debía terminar en ese mismo momento. Hice una pausa, tome mi cerveza y ante la mirada atónita de los parroquianos sobrios y la desviada de los borrachos, corte el silencio diciendo:

-“Kokomo es un nombre indio, mas específicamente es el nombre de un indio. No solo un indio, un cacique y quizás el mas grande cacique que haya conocido la tribu de indios Miamis que él lidero ocupando una vasta región del noreste de los Estados Unidos. Un cacique reconocido como uno de los más importantes de la historia de aborígenes autóctonos del suelo Americano. Diría, en una libertad que me permito, a la altura de Toro Sentado, Caballo Loco o Geronimo.

Mas, la verdad, no sabia. A Geronimo lo agregue por los paracaidistas. Estuve a un paso de agregar al cacique Aurora-Grundig que salia en el Kenia Sharp club pero no me anime. Es que no se si era un cacique de verdad. Ronnie me escucho, quizás esperando un tropiezo en mi relato que a pesar de nunca llegar no me evito recibir algunos correctivos terminológicos:
-“Ma-Ko-Ko-Mo, no era un cacique era un jefe indio y los Miamis, por extensión y cantidad de habitantes no eran una tribu eran una nación de indios que ocupo los estados de Indiana, Michigan, Ohio y Oklahoma”
-“¿Cómo? ¿Los indios Miamis no eran los de la Florida? Porque Miami, como la ciudad de Miami, es un nombre indio” interrumpí para decir
- “Si, pero Miami, Florida deriva de los Mayaimis, una pequeña tribu de indios que habitaban esta region y no de la nación Miami de Kokomo de la que venimos hablando”
- “Que raro ¿Y porque entonces no llamarla Ciudad de Mayaimi?”
- “Raro ¿No? Y es por eso que hay cuatro ciudades de Miami, tres que derivan de la nacion Miami en Missouri, Texas y Oklahoma y paradojicamante la mas famosa  que deriva de la pequeña tribu Mayaimi. Vienen de dos grupos indios distintos”
- “¿Y no hay relación entre la gran nación Miami del norte y la pequeña tribu Mayaimi de la Florida?”
- “Eso mismo se pregunto el Dr. Alfa” (Como no recuerdo el nombre real  y no lo encontré en Internet vamos a llamarlo así). Fue hace un tiempo ya, Elvis era solo un chiquito que tocaba la guitarra…

No se ustedes pero yo si un tipo empieza un cuento midiendo los años de la humanidad en la escala de Elvis, creo que hay que escucharlo. La historia no puede ser mala, no hay forma. Me preguntaba ¿Cómo medirá la historia el bueno de Ronnie? Jesucristo ¿Habra nacido 1935 años antes que Elvis? Mientras pensaba esto, Ron seguía con el cuento del Dr. Alfa.

 Aparentemente este buen doctor, ya fallecido, fue un investigador graduado en antropología o historia, obviamente doctorado lo cual hablaba de un especialista, que había dedicado su vida en una gran tesis personal a demostrar que la gran nación de indios Miamis y la pequeña tribu de Mayaimis eran los mismos indios y que quizás los del sur eran una avanzada expansionista de los del norte o una especie de independencia indígena bastante inusual para la historia aborigen americana.

Ese descubrimiento le hubiera valido al Dr. Alfa, el máximo placer de cualquier historiador que es hacer reescribir los libros. Sin embargo no le fue tan fácil unir dos tribus de indios. Sobre todo si una de ellas poseyó una gran diversidad y la otra se  extinguió rápidamente. Generalmente se emplean similitudes en el idioma o el arte. El Dr. Alfa había nacido y se había graduado en el norte, en el territorio de la gran nación Miami, que había investigado extahusivamente al igual que a su cacique, Kokomo. Un buen día y con el afán de cruzar esa información con la tribu autóctona de la Florida, el Dr. Alfa tomo una motocicleta y se echo a las rutas. Paso años recorriendo el estado y recavando información. Finalmente presento un informe que nunca fue homologado por comisiones de historia del congreso. Aunque aun permanece en un misterio porque a la hora de bautizar a la ciudad más grande y conocida de la Florida alguien dijo Miami y no Mayaimi. Si le vas a poner a la ciudad un nombre indio ¿Que sentido tiene bautizarla como una tribu que esta cientos de millas al norte y no como los indios autóctonos? Yo también me preguntaría lo mismo que el Dr. Alfa cuya teoría quedo solo en eso, una teoría, una hipótesis, una historia en el viento de un bar.

-“Tú te preguntaras a esta altura ¿Que tiene que ver esta historia de indios y científicos con el lugar que buscas? Cansado y vencido, el Dr. Alfa, que ya era un personaje conocido por las rutas floridanas, decidió retirarse en el típico clima calido y tropical de las latitudes que tan bien lo habían acobijado durante sus años tratando de probar que la historia ha vivido equivocada.  Con el dinero de su retiro mas algún ahorro de sus años viviendo en una motocicleta de reservación en reservación, el Doctor compro un terreno junto al mar en los despoblados aunque crecientes cayos de la Florida, aquí a solo 15 minutos. Esta ruta como hasta el día de hoy siempre invito a los motociclistas y el propio Doctor que lo era. Con frecuencia casi diaria desandaba sus minutos hasta aquí. En esta misma barra, sentado en cuanto lugar mis ojos cerrados lo ven ahora, supo contar sus historias de indios y cocodrilos en busca de alguna homologación pasajera. Un buen día el Doctor abrió su propio bar sobre la playa “The Hapi-Hut-Hap”. Aunque nosotros, la gente del rugido rutero y el viento en la cara lo conociamos por el nombre del indio que desde un viejo retrato nos miraba pasar”.
 -“¿Kokomo?” pregunte ansioso
- “El Jefe Koh-Koh-Mah”, me corrigió. Resulta que a Kokomo no lo podia encontrar pero ya era para mi el Sr. Kokomo
- “Pero yo pase. ¿Como no lo vi?” dije
- “Porque Kokomo siempre fue un lugar para encontrarlo sin buscarlo. Un lugar que te llega en el momento que debe llegarte. No antes, no después”.
- “¿Y los Beach Boys?”
-“Ellos eran riders (motoqueros) y les llego cuando recorrían estas playas buscando inspiración y Elvis ya estaba con el Señor”
Diciendo eso señalo una pared desde donde los Beach Boys bebían cerveza y se reían de mí en la misma barra donde yo estaba sentado.

- “Maneja 15 minutos al norte, sobre el lado Atlántico de la Islamorada”
- “O sea que cuando Elvis lleve 15 minutos más en el cielo. Yo podría estar en Kokomo.
- “Si, métete en el hotel y marina Holiday Isles”
- “Pero ¿Y Kokomo?”
- “El hotel es lo que esconde Kokomo de la gente que no cree”.

Agradecí. Pague mi cerveza, le deje una paga al amigo Ron y apure mi salida. Mientras me levantaba de mi banqueta, Ron me hablo por última vez.
-“¿Le gusta el tequila?”
-“Si, claro”
-Margaritaville, no lo dejes pasar
-“¿Margaritaville?”
-Es el bar vecino a Kokomo.. Es que Kokomo es uno de los bares en la playa de los 6 bares. Se entra por el arco del Tiburón Blanco, no lo olvides.

Un poco confundido pero mas apurado que nunca salí de ahi. ¿La playa de los 6 bares?  Nadie desde Pizarro buscando la ciudad perdida del oro había querido encontrar tanto un lugar. Y bueno algunos sabrán la historia de Pizarro y la línea en la arena. Yo, había cruzado esa  línea y estaba como de costumbre, jugado. 

La playa de los 6 bares. Margaritaville. El arco del tiburón Blanco. El Dr. Alfa. Nada paraba de darme vueltas en la cabeza. Subi al chevy y antes de arrancar seleccione la musica mas apropiada para el corto camino que segun me habian dicho me separaba de Kokomo. ¿Estaria Kokomo, donde me indicaron? 
Desde que habia dejado mi casa esa mañana siempre habia tenido un rumbo fijo porque siempre crei en Kokomo y los Beach Boys pero ahora era distinto, ahora tenia ademas una direccion. Sali a la ruta desesperado ¿Cual era la musica? ¿Cual otra podia ser?


Millones de Fanaticos no pueden estar equivocados. ¿Cuantos numeros uno puede haber? UNO
Beso y gracias por leer

9 comments:

  1. Sos un mal tipo.
    Entro todos los días, leo esto, y sé que ahora me vas a tener esperando hasta mediados de diciembre. Por lo menos poné publicidad así ganás algo con cada click que hacemos los fanáticos de este Blog.
    Excelente historia, che. Cuando vengas a la Argentina, espero que Rodo me avise y podamos compartir una cerveza.

    ¡Abrazos!

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  2. clap! clap! clap! ahora, cuando escuche ese tema me voy a acordar de vos dru.Lei tanta cosa fea durante años,que ahora leo cosas que me divierten, y este lo esperaba. segui, segui, da para más (yabran y area 51 morí)

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  3. muy buena roli!!!!!...."UNLIKE" la espera hasta el prox. lanzamiento!!

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  4. GENIAL!!! Escribo este comment después de bailotear con Elvis en el living de casa!!

    Alguno de estos post se tiene que convertir en cortometrajeee!!!

    Besos mil!!

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  5. Sos el Brasil del 70 de todos los bloggers, pero no la podes dejar ahí. Quiero leer tu relato contando como era Kokomo. Te exijo la parte 4 y antes de que termine el año.
    Un abrazo!!!

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  6. LLegaremos a Kokomo antes del 2011??????????? Chi lo sa.........I wonder............Existira?.........ja ja ja. Bueno Dari, como siempre me entretuviste un buen rato. Besopis
    I love you

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  7. Tachhheeee, no es justo, quiero saber que paso cuando llegaste a Kokomo???!!!!!!!
    Me hiciste reir mucho y me sentia que estaba ahi al lado tuyo...hacete el libro, x Dios!!!!
    Ahora, como sabias que era un indio...??vos solo te investigas todo!! Y ademas, yo pensaba que Kokomo estaba en Bahamas jajajaja!!!!
    BUenisimo como todo lo que leo escrito por vos!
    Te felicito!!!!
    Besos grandes y espero la continuacion...

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  8. ES-PEC-TA-CU-LAR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    No te puedo creer que encontraste Kokomo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Espero el próximo episodio!!!!!!!!!!!!!!!
    Besos grandes y cuidate!!

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  9. Yo, igual que Sole, también pensaba que Kokomo estaba en Bahamas! Jaja jajajaja jajaja! Hasta me tienta ver la película dnuevo (estará en blu-ray jajaja!)...
    Genial, me encantó! Y espero el final en el 2010! Daleee, daleeeee!
    Que el 2011 empiece con otro research! Besos Tache, espero verte pronto :)

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