¿Tenes un Blog? ¿De que se trata?

Espero que sea el comienzo, espero recuperarla un poco, me es sana, me hace bien. Siempre prometo más de las licencias que me da la realidad y después por ende tengo faltas. Faltas de tiempo, de capacidad, de creatividad, de todo. Y después aparece la rubia tarada, bronceada, aburrida y me dice: -¿Tenes un blog? ¿De que se trata?

Hace un puñado de días que los visite y me encontré con algunos buenos amigos que me han pedido que no abandone este espacio. Me han dicho que es una buena forma de mantenerme cerca. Puede ser. Lo cierto es que hace meses que no pongo dos palabras juntas por placer, lo hago si cada día de mi existencia por obligaciones profesionales. Hay días que creo que hay alguna parte del “No Mentiras” que no me quedo del todo clara. De todas formas, la flexibilización generosa y conveniente de la verdad es solo para algunas ocasiones, en las otras solo se omite evidencia no favorable o como diría Cleto “no positiva”. Pero bueno, con eso me alcanza, para ganarme la vida.

Le digo a la rubia que no sé bien de que se trata mi blog, que lo busque, que lo lea y que me diga ella. Le dicto la dirección, saca un papelito y lo escribe mal 3 veces, presiento que nunca va a dar con mi blog y termino por decirle que busque el enlace en mi perfil de Facebook. -“Ay si, Facebook lo re-tengo” es todo lo que recibo a cambio. La rubia se va a ver la re tele, pone un re documental del History Channel sobre la re guerra de Troya. Yo en el fondo presiento que lo único que esta esperando es que aparezca Brad Pitt. Además me quedo pensando si esta chica realmente tiene el poder de retener al Facebook. ¡Que grosa ¿No? , estoy re-enamorado!

Salgo al jardín de mi casa, a pensar en que voy a hacer con el blog, ¿De que voy a escribir?. En serio ¿De que trataba mi blog?. Me tiro en una silla un tanto incomoda, es que en realidad no pretendo usarla como silla sino como reposera y por eso mi espalda confirma que la maxima “Los niños deben ser niños” también aplica para las sillas de jardín que siempre deben ser eso y no reposeras. Finalmente la silla se vence y me caigo al piso. La rubia se asoma al jardín y me dice:
– ¿Te caíste?

¿Que le contesto? ¿Cuanto te dan por homicidio simple? Noto que la rubia lleva un vaso con whisky y la expresión crónica del sabor amargo. Entonces, miro el vaso y le pregunto:

- ¿Que te pasa? ¿No te gusta?
- Es que este whisky que tenes en tu casa es muy fuerte.
- Es que te dije 1 medida de whisky y 3 cubitos, no al revés
- Ayyy ¿Y ahora que hago?
- Pásalo a un vaso más grande, ponele 8 cubitos y dale que va
- ¿Queres que te preparo uno?
Domingo, 3 de la tarde, “justo lo que me recomendó el medico”, pienso

No hay nada más feo que caerse y tener que levantarse, no hay nada tan lindo tampoco. Pero hay una variante que es quedarte en el piso disfrutando del sol, lo cual es materialmente muy fácil: pones tus manos atrás de la cabeza y silbas alguna melodía del bolichie (Palitorteguismo básico para el español “Boliche”) Si hubiera alguien mirando y especialmente si ese alguien fuera una bella muchachia (otro Palitorteguismo) es una oportunidad ideal para no quedar tan torpe y que parezca que una rara forma de tirarte sobre el pasto.

Al rato, la rubia sale al jardín y se tira a tomar sol. Acaba de abandonar Troya y me dice:
-La peli es malísima, Brad Pitt ni aparece

“El que sabe…” pienso en medio de una somnolencia manifiesta. Es que entre el whisky y el sol, estoy cayendo en las redes del buen Morfeo. Lo último que escuchan mis oídos a lo lejos es algo de que un caballo de madera como regalo es re choto, que mejor hubiera sido un perrito de madera. No quiero ahondar en la raza del perrito troyano, prefiero dormirme. Si es posible para siempre.

Una lagartija que como yo no tiene nada que hacer se mete de excursión por debajo mi camisa. Cuando entre sueños me doy cuenta que hay algo que camina por debajo de mis ropas, y que ese algo no es la rubia, sino un ser mucho mas complejo, pego un salto para record olímpico y en una rara mezcla de Sandro con Elvis paso del sueño profundo al pre-infarto sin escalas intermedias. ¿La lagartija? Seguramente ya debe saber lo que es el bungee jumping.

Después de mi numerito que por supuesto llevó como banda de sonido un pequeño grito desgarrador de cobardía absoluta, miro de reojo a la rubia que desde su silla me miraba atonita, mas asustada que Helena de Troya, en silencio y sin parpadear. Así que todavía entre palpitaciones extremas le dije lo obvio:

- Michael… Michael, el tributo. Despues, dos metritos de moonwalking en jardin dominical, girito, besito a la rubia y a lo tuyo…

Y ahí pasó, en un acto de lucidez, me di cuenta de que se trata el blog. Trata de lo que va a seguir tratando de Luca Prodan, de la rubia, de Palito Ortega, de Brad Pitt, de Cleto Cobos, de Elvis Aaron, de la lagartija extremista, de Roberto Sanchez, de Morfeo, de Johnny Walker (en su estado triple), de Michael Jackson, del Mono Mario y de la guerra de Troya. Todo perfectamente acomodado bajo el techo de un inefable Crevrolet Cavalier 1993 color verde, ¿Mucho? Naah, yo no lo creo.