Hace poco alguien me dijo que uno se da cuenta que una ciudad lo ha adoptado cuando uno a esa ciudad la vive. Lo que no me dijo ese alguien es que se entiende por"vivir una ciudad". El concepto entonces, se ahoga en el campo de la filosofía. Se vuelve ineficaz. Se pierde en la borrosa generalidad y en la vaguedad misma de la definición del termino "vivir", que es y sera siempre distinto para todos.
Lo sabemos, vivir es mucho mas que respirar, ¿Lo sabemos?. Ahora ¿Que seria vivir una ciudad? Para mi y siempre para mi, es entenderla, es intuirla, es saber escucharla, es, sin preguntar, conocer adonde va su gente y de donde viene, es conocer los colores de sus cielos y el brillo de sus estrellas, es darse cuenta cuanto falta para que llueva mirando la intensidad con la que una brisa empieza a acariciar las hojas de un árbol como un preludio hermoso a una precipitación que lo encontrara a uno, vivo .
Si lo sacamos del contexto de lo que importa, alguien te dira que vivir una ciudad es saber donde ir a comer o donde conseguir los mejores precios en tal o cual producto. Demasiado terrenal para ser cierto. Ahora, si debiera buscar un parámetro objetivo, algo que se pueda tocar, creo que lo mediría, con el riesgo natural de lo falible, en las celebraciones de la vida y de la muerte, que a veces son las mismas.
Yo me empece a sentir un adoptado de esta ciudad, cuando recibi invitaciones a bautismos y casamientos o también, ¿Por que no?, cuando me pasaron la dirección de un velorio. Me paso igual cuando compre un ramo de flores para visitar a una amiga parturienta en un hospital o cuando fui al mismo hospital a ver morir a alguien. Me sentí un tipo de aca cuando dije aquí, aquí estoy para emborracharme contigo en tu despedida de soltero o contigo, que en ese viaje en vez de estar de ida estas de vuelta, pateando un divorcio tan fresco como triste.
Quiero pensar que cuando no participas de esos eventos porque viniste a la ciudad especialmente para ellos es porque uno conoce gente y conoce vida, es porque la ciudad te atrapo. Es porque la estas viviendo.
Como dije, celebraciones de vida pero también de amor, de locura y de muerte para recordar a Horacio Quiroga. Y me voy a detener en las de muerte porque asi estoy hoy y es lo que tengo ganas de contarles. Algún día contare la vida, hoy la muerte. Advierto.
La muerte siempre tiene un protagonista, el muerto. Palabra de sonido duro que maquillamos con el tenue "fallecido" o el mas pintoresco "finado" como si ignoráramos o quisiéramos ignorar que todos somos uno. Yo voy a llamarlo por su nombre, el muerto.
Uno vive la muerte una sola vez y siempre en carne propia. Pero se contacta con ella muchas veces, le llega hasta su lúgubre umbral y se queda del lado del zaguán esperando siempre que no lo inviten a pasar. Y en ese contacto se mide perfecto eso de vivir una ciudad. Para ilustrarlo, al tiempo de llegar aqui fui a algunos funerales donde no conocía al muerto sino al deudo, con el correr del tiempo me toco también conocer al muerto y llego el día donde no solo conocía al muerto sino que era responsable por él. Cuando te toca disponer de un cadáver, tramitar sus documentos y organizar un rito mortuorio en una ciudad que no es la tuya es cuando te preguntas si realmente no es la tuya, aunque mas no sea por adopción. Es como que la ciudad te dice "Creo que ya me conoces lo suficiente, te gustan mis cales, bueno aguantate mis arenas y hacete cargo del muerto"
Se imaginaran que si esta historia tiene algo para ser contado es porque hacerme cargo del muerto en mi caso fue no solo literal sino bastante bizarro. Y empezó como muchas historias de muerte, por el final, de la vida no de la historia.
Sono un celular a las 4 de la mañana de un caluroso sábado de Mayo, dormía desde las 2, me había quedado medio desvelado conversando de la vida y tomando algo con un amigo que ahora atendía el teléfono. Mientras despertaba, sabia los augurios que traía ese llamado. Es que a las 11 cuando llagamos a mi casa veníamos del hospital, en realidad veníamos de días y noches de hospital, días terribles. Rodolfo, el tano, el papa de mi amigo, se estaba muriendo. Nos habían avisado que de tantas noches de risa y aventuras que el tano nos había dado, esa iba a ser la ultima sin risas y sin mas aventuras que la que él iba a emprender. De ahí el desvelo, de ahí las conversaciones sobre la vida. Nos pasa a todos.
Corrimos al hospital y llegamos al momento justo y triste donde el dormir de días del tano se transformaba en eterno. Solos, en un hospital que a media luz se volvía funesto, escuchando beeps en maquinas que se iban apagando como la vida. Solos, mi amigo, el tano, la muerte y yo. Ahí es cuando te das cuenta que tu amigo es mucho mas que un amigo y que el tano es mucho mas que el papa de él. Ahí es cuando uno es familia. Cuando finalmente paso, lo abrazamos, rezamos y nos fuimos, otra no había. La vida se había vuelto muerte.
Al mediodía siguiente, nos volvió a despertar el celular de las malas noticias como un deja vu cruel y vivido. Nos llamaban del hospital para preguntarnos que íbamos a hacer con el cuerpo. Mi amigo pidió unos minutos y cuando corto me dijo -"Che, ¿Que vamos a hacer con mi viejo?" Ahí me di cuenta que yo tenia opinión. En realidad, mi amigo sabia que hacer por sus creencias y por voluntad del mismo tano, lo que mi amigo, viviendo en Argentina, no sabia era la logística de como hacerlo. Ahí se recostaba un poco en mi como en alguien local. Yo tampoco sabia.
Mientras preparaba un café, mi amigo me dijo que el cuerpo se cremaba y se trasladaba a Argentina donde las cenizas serian esparcidas, post misa con la familia, en Recoleta. Motivos para eso sobraban.
Había que cremar un cuerpo entonces, ese sábado, en Miami, nos tocaba cremar un cuerpo. El tema es que nosotros no necesitábamos ritos, ni ceremonias, ni protocolos. No queríamos tules, ni cajas bonitas. No por falta de amor o sentimientos. Eso sobraba. Tampoco era falta de dinero, eso no sobra pero se consigue. Creo que era mas por la certeza que una caja bonita poco y nada tiene que ver con el sentimiento.
Necesitábamos entonces un crematorio, un simple y pragmático crematorio. Enumeraba al menos 3 motivos muy validos para la ausencia de formalismos y rituales. Uno, mi amigo no tiene creencia mas que la de que somos algo mucho grande que un envase. Dos, los ritos mortuorios son para los vivos y siendo el tano un hombre de largos años, amigos vivos en esta ciudad eramos pocos y tres, el tano entre borracheras se canso de comentarme los velorios de sus amigos y de decirne que la gente "va ahí a pasar un momento y uno esta ahí acostado con cara "di morto"" seguido esto de una imitacion de la cara "Di morto" Nunca me aclaro ¿Que momento va a pasar la gente a un velorio? Sino es un momento horrible. Y como hace uno si esta "morto" para poner otra cara que no sea la de "morto". Resumidas cuentas, cafe de por medio evaluamos que si velábamos al tano con ceremonial, ibamos a tener que pagarle la cerveza por toda la eternidad. Demasiado.
Como en cualquier lugar del mundo, funerarias hay muchas, crematorios hay pocos. Su actividad esta mucho mas restringida y controlada. Básicamente un crematorio hace desaparecer un cuerpo sin rastro alguno. Siempre me pregunte como la mafia no tenia un crematorio que les deba favores de esos que no se pueden rechazar. Vieron que siempre los mafiosos, terminaban metiéndose en líos para deshacerse de los cuerpos. Siempre amigos jueces, nunca crematorios.
Después de buscar un rato, contratamos los servicios de un crematorio que aparecía como la mejor opción. Cuando fui a faxear los primeros papeles, note que el crematorio quedaba en Davenport. Mi amigo no tenia ni idea donde era Davenport. Le dije que seguramente había un malentendido, que había que cambiar de crematorio, Davenport queda a 350 kilómetros de Miami. Era una locura. Es como que alguien se muera en Buenos Aires y lo mandes a cremar a Mar del Plata y de vuelta a Baires. Piénsenlo.
Llamamos a Davenport para comprobar si ellos habían entendido que tenian que retirar el cuerpo de un hospital en Miami ¡A 350 kms!. Nos dijeron que habían entendido bien y que ellos, dada la densidad poblacional de Miami, ofrecían un servicio de larga distancia. ¿Crematorio con Servicio de larga distancia? -"Oh, si, negocios son negocios" me dijo el tipo del crematorio. Parece ser que según los manuales de estrategia de negocios y estudios de mercado del fallecido si vos tenes un crematorio en un pueblito en el centro de la Florida y no tenes suficiente "negocio" para crecer tenes que 1- envenenar el agua o 2-mandar un tipo en algún vehículo, que no quiero imaginar, una vez por semana a Miami a buscar algunos muertos de la gran ciudad y llevarlos 350 kilómetros a cremar. Ahora quéjense de sus trabajos. Atrévanse.
Me quede pensando que un crematorio que se rige por algún manual estilo "Crematory Business Techniques", "¿Quien se ha llevado mi cuerpo?" o "Los siete hábitos del cremador altamente efectivo" debía ser serio. Y entonces cerramos trato y así se llevaron al tano...a Davenport.
Cuando todo estuvo listo, documentos y todo, necesitábamos las cenizas porque mi amigo tenia una fecha de vuelo a la Argentina. Llamamos al crematorio y el tipo nos dijo que no tenia transporte a Miami en esos dias, que le diera mi direccion y me mandaba las cenizas por correo.-"Flaco, ¿vos me estas cargando?" -"No, lo usamos mucho, el correo funciona muy bien, es puerta a puerta" me dijo el tipo muy tranquilo. "Seguramente atras de esto habra otro manual de costos efectivos", pense. Confieso que me senti un poco raro preguntando si me podia mandar los restos mortales por un courier privado estilo Fedex. Piensen un minuto lo que estaba diciendo. El tipo me dijo que lo mejor era usar el correo americano común. Termine aceptando que el servicio de correo suele ser muy bueno.¡Dios se apiade de mi alma y me la devuelva por UPS!
Le dije a mi amigo sobre la posibilidad, o para decirlo mejor ¿Como se lo decia a mi amigo? Claramente soy el peor organizador de funerales de todos los tiempos. Mi amigo, nunca sorprendido por el sistema de este país, acepto el ofrecimiento y 4 días después la recepcionista de mi oficina me llamo para decirme que en recepción había un paquete para mi y que era personal, tenia que firmar el recibo.
Coche Funebre |
La chica de recepción agarraba la caja, la sacudía levemente y me decía -"¿Y ahora que te compraste? ¿Un DVD?" .-"Nada, deja eso que son las cenizas de mi Tío" La chica se puso pálida y me dijo que era un bárbaro. De barbaridad absoluta, agregaría. Mientras acusaba recibo con aviso de retorno ¡Al crematorio!. El cartero, me dijo que era un servicio especial del correo americano para transportar restos humanos. Me dijo que siendo Estados Unidos un pais muy federal que hay familias que viven en diferentes estados y se pasan las cenizas de sus seres queridos. -" Che, te mando unos meses a la abuela, ¿No me mandas al tío hasta la Navidad?" Por lo visto uno nunca deja de viajar en este país.
Llegue a mi casa cargando el paquete postal con la cenizas y se lo di a mi amigo, que mientras acariciaba la caja de correo conteniendo los restos de su padre, me dijo "Ves, esto te pasa cuando te morís en este país" Unos pocos días despues pasando por la aduana Argentina, un oficial detecto por los rayos una caja conteniendo un polvo raro. Se imaginan que no esta permitido llevar cenizas humanas en un bolso de mano. ¿Gran escándalo? ¿Policía aeroportuaria? Nah, hubo que coimearlo, 50 mangos.
Bueno a la frase de mi amigo "Esto pasa cuando te morís en este país", yo agregaría "y cuando te agarra la aduana argentina" Fueron $ 50 mangos para poder decir "De polvo venimos y al polvo vamos, previo a ser tratado como un Ipad de contrabando" Horrible.
Asi, que ya saben, les deseo a todos una larga vida pero sepan que si la muerte los sorprendiera en esta ciudad, cuentan todos con los inefables servicios de este ciudadano adoptivo, experto en cremaciones de larga distancia. Tengan a bien no caer en mis manos.
Bueno y ahora los dejo, me voy a poner en mi testamento como ultima voluntad que quiero correo express o priority con entrega puerta a puerta, a lo sumo en dos dias.